Ofelia de Carmela García |
Por José Raúl Ordóñez
En el ejercicio audiovisual de Ofelia adquieren importancia algunos elementos típicos del Barroco como el agua y la muerte que están presentes en el poema y que se desarrollan en la puesta en escena. Recordemos que el barroco se da casi simultáneamente a la época en que Shakespeare escribe sus obras, siglo XVII, época en la que estaba en crisis la antigua idea de una vida eterna.
La profusión de líneas curvas se análoga a la necesidad de que el fin de una trayectoria se aplace todo lo que sea posible, como el final de una vida.
El agua es uno de los elementos temáticos del barroco por excelencia , sobre todo el agua en movimiento , el agua presente en todos los seres vivos, el agua que pule a su paso la superficie terrestre con formas caprichosas antes de arribar al mar, en donde adquiere toda su fuerza colosal en complicidad con los reflejos de la luna. El agua significa humedad, descomposición, inconstancia, plasticidad. Es ambigua: es sustancia de vida y sustancia de muerte. La muerte que se produce en su seno es la más maternal de las muertes. Para emprender este último viaje Ofelia se vestirá de novia para recorrer un paisaje acuático desde la laguna en la que pereció ahogada pasando por los ríos que recorren las montanas y los valles hasta llegar a un mar que es al mismo tiempo espejo del inmenso cielo, en un viaje de dimensión cósmica. Ofelia que es agua en si misma terminara por ser un reflejo flotante que se desvanece y muere.
Gaston Bachelar plantea que la unión del agua y de la luna sintetizan a su vez la conjugación del ser psíquico y lo cósmico: “ Pour certains rêveurs, l’eau est le cosmos de la mort. L’ophélisation est alors substantielle, l’eau est nocturne. Prés d’elle tout incline à la mort. L’eau communique avec toutes les puissances de la nuit et de la mort. L’eau longtemps exposée aux rayons lunaires reste une eau empoisonnée” (Bachelar, 1983, pag. 123).
Como personaje mítico que es, Ofelia merece una muerte especial, está emparentada con Perséfone en la mitología griega y con Proserpina en la latina, también tiene equivalentes en leyendas de otras regiones de influencia mediterránea como Siria y Egipto.. En la tradicion jonica Persefone Hija de Zeus y Demeter diosa de la fertilidad y el trigo está condenada a habitar los confines del infierno raptada por su tío Hades. Zeus que ha sido cómplice del rapto de su hija se arrepiente e intercede ante su hermano para lograr que su hija salga del infierno una parte del año, el rapto de Persefone ha propiciado también la esterilidad de la tierra causada por Demeter que ha debido bajar a los infiernos a buscar a su hija. Finalmente se logra un acuerdo mediante el cual la joven debe pasar un tercio del año en el infierno coincidiendo con el marchitamiento de las flores y la vegetación de la tierra en el invierno. En otra temporada ella podrá volver a la superficie terrestre para provocar el renacimiento de toda la vegetación con todo su colorido y alegria de la primavera en un ciclo de que se repite todos los años. Tanto Perséfone como su madre personifican la fecundidad de la tierra, en varias regiones del mediterráneo, las épocas de cosecha del trigo prevén la celebración de antiguos ritos en los que se les rinde culto. La relación que sugiere Shakespeare entre Ofelia y la vegetación a través de las flores, su tránsito por los bosques y su muerte ahogada que marca su retorno a las entrañas de la tierra hacen inevitable el parentesco con Persefone.
Cuando se describe el personaje flotando ahogado sobre las aguas está rodeado de flores que tienen una connotación especial de acuerdo a su final trágico: Las violetas símbolo de la desesperanza y de la muerte prematura rodean el cuello de la joven, También junto al cuerpo están flotando Pensamientos alegoría del amor no correspondido, y Amapolas que representan el adormecimiento y la muerte.
Shakespeare se inspira en el mito para construir el personaje de Ofelia, argumentalmente en el mundo de la tragedia ella es parte de un mecanismo y su víctima, a todos los personajes les toca jugar un rol en un juego de poderes en el que no hay lugar para el amor de Ofelia. Hamlet sabe que ella está permanentemente vigilada. Él debe continuar con la simulación de su locura. La muerte de su padre por parte de su amado y la locura de esté precipitan la enajenación de Ofelia y su muerte. Es una tragedia de hijos que han perdido a sus padres en asesinatos sangrientos propiciados por personajes de su entorno familiar: Ofelia, Laertes, Fortinbras y Hamlet. Pero el sacrificio de ella resulta ser el más lastimoso, porque es el de un ser que en la historia no alcanza ni siquiera a maliciar los oscuros mecanismos de que hace parte y de los cuales es víctima al mismo tiempo, su única y legitima ambición era la de vivir feliz junto a Hamlet.
Rimbaud le devuelve al personaje de Ofelia la dimensión cósmica que tenía en el mito original, con referencias a imágenes de un paisaje de hipérboles extremas, en el que hay una compleja ruptura entre el espacio y el ser, la tragedia de Ofelia es la ausencia de reciprocidad y de dialogo dando como resultado una de las primeras encarnaciones femeninas de la locura en la obra del poeta. Como lo corrobora Yasuaki Kawanabe cuando establece una relación entre el ser y el espacio exterior: “ L’hyperbole extrême conduit l’être à la perte de soi dans L’espace trop ouvert. C’est alors qu’apparait le désir de l’abri” Après l’élan fulgurant s’impose la soif inquiétante de repos” (Kawanabe, 1982, pag.66) La soledad, la fragilidad y la errancia de Ofelia cuando está viva y su posterior unión a las fuerzas de la naturaleza ya muerta para integrarse al infinito marcan el final de un ciclo de vida y de muerte que nos interroga sobre el sentido de la vida de ese personaje. Increíble que este poema haya sido escrito cuando Rimbaud estaba apenas saliendo de la adolescencia:
OPHELIA
Sur l’onde calme et noire où dorment les étolies
La blanche Ophélia flotte comme un grand lys,
Flotte très lentement, couchée en ses longs voiles...
-On entend dans les bois lointains des hallalis.
Voici plus de mille ans que la triste Ophélie
Passe, fantome blanc, sur le long fleuve noir,
Voici plus de mille ans que sa douce folie
Murmure sa romance à la brise du soir.
Le vent baise ses seins et déploie en corolle
Ses grands volies bercés mollement par les eaux;
Les saules frissonnants pleurent sur son épaule,
Sur son grand front rêveur s’inclinent les roseaux.
Les nénupharts froissées soupirent autour d’elle;
Elle éveille parfois, dans un aune qui dort,
Quelque nid, d’ou s’échappe un petit frisson d’aile:
-Un chant mysterieux tombe des astres d’or.
II
Ô pâle Ophelia ! belle comme la neige !
Oui tu mourus, enfant, par un fleuve emporté !
- C’est que les vents tombant des grands monts de Norwège
T’avient parlé tout bas de l’âpre liberté;
C’est qu’un souffle, tordant ta grande chevelure,
A ton esprit rêveur protait d’étranges bruits;
Que ton coeur écoutait le chant de la Nature
Dans les plaintes de L’abre et les soupirs des nuits;
C’est que la voix des mers folles, immense râle,
Brisait ton sein d’enfant, trop humain et trop doux.
C’est qu’un matin d’avril, un beau cavalier pâle,
Un pauvre fou, S’assit muet à tes genoux !
Ciel ! Amour ! Liberté ! Quel rêve, ô pauvre folle !
Tu te fondais à lui comme une neige au feu;
Tes grandes visions étranglaient ta parole
-Et l’infini terrible affara ton oeil bleu !
III
- Et le poete dit qu’aux rayons des étolies
Tu viens chercher, la nuit, les fleurs que tu cueillis;
Et qu’il a vu sur l’eau, couchée en ses longs voiles,
La blanche Ophélia flotter, comme un grand lys.
Arthur Rimbaud, 15 mai 1870
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Ofelia de Millais |
En un persistente fenómeno de intermedialidad Ofelia se reitera en los sueños y en las obras de pintores prerrafaelistas del siglo XIX, como Delacroix (La muerte de ofelia, 1844), que representa a la joven viva, semidesnuda. Dante Gabriel Rossetti (The madness of Ofelia, 1864) y la más conocida la version de Millais en 1851.
En la literatura y en la poesía fue permanente preocupación de los romanticos como Samuel Coleridge y Victor Hugo. En el campo del cine son conocidas las alusiones que hace Hithcock en Vertigo, es claro que la escena en la que Madelaine (Kim Novak) arroja flores a la bahía de San Francisco para luego arrojarse a las aguas en un intento de suicidio alude inmediatamente a la imagen de Ofelia, este personaje comparte con ella también cierto nivel de extrañamiento dado por la enajenación del personaje cuando está en contacto con las fuerzas de la naturaleza, como cuando el personaje de Madelaine visita el bosque de los árboles milenarios y el mar. Paradójicamente la obra de Shakespeare es más conocida hoy gracias al cine que al mismo teatro por la cantidad de versiones que se han llevado a la pantalla con la genialidad de Orson Wells, Sir Laurents Olivier, Al Pacino, Grigori Kosinsev solo para mencionar unos ejemplos.
Vertigo de Hithcock |
El hecho de que sea un relato con raíces tan antiguas y con tantas versiones, en medios o lenguajes artísticos tan diversos no evita que nos pueda sorprender con propuestas de vanguardia, en una curiosa dialéctica en la que nada es nuevo pero tampoco tan viejo, confirmando la vigencia del relato podríamos esperar Ofelias contemporáneas, Ofelias que por su relación con el aquí y el ahora y con los medios tecnológicos de hoy tengan algo que decirnos.
Otro rasgo interesante es el que al tratarse de un mito, no hay una narración en el sentido más convencional del causa-efecto, ni una concepción del tiempo como pasado, presente y futuro, ni tampoco unidad de espacio. Aun que la obra de Shakespeare es un referente permanente no hay en el ejercicio audiovisual una época histórica definida. Hablamos de un tiempo cíclico en el mito, un tiempo inconsciente, estado, presencia, sensación, mas que acontecimientos y conflictos de una historia. Recordemos que el cine de vanguardia frecuentemente a buscado nuevas estrategias narrativas o simplemente ha buscado eliminar cualquier forma de narración. Nuestro video recrea la imagen de Ofelia flotando sobre las aguas, la imagen que la ha identificado en nuestro imaginario por las pinturas del siglo XIX y por las versiones cinematográficas de Hamlet, los elementos anecdóticos de los últimos acontecimientos que rodearon su muerte no aparecen, como por ejemplo el saber si sí murió ahogada por accidente o por suicidio, en el Poema de Rimbaud solo hay una ligera alusión a la locura de Hamlet, se recrea la soledad del personaje frente a la muerte.
La tragedia de Shakespeare funciona como un referente en todas las versiones de Ofelia mencionadas. Un espectador que no conozca la pieza teatral no lograra una lectura con muchos elementos diegeticos. Otro rasgo reivindicado por el arte de vanguardia es el de romper el excesivo encasillamiento de las especialidades, sus obras son con frecuencia dificiles de clasificar , habitan con frecuencia en las fronteras de las artes. Nuestra versión de Ofelia continua una tradicion de cercana a lo onírico, a lo femenino mitológico, no hay pretensiones realistas que enfaticen lo anecdótico.
Ofelia de Marta Blasco, 2008 |
El reciclaje de numerosos mitos y leyendas en el cine clásico y en el arte de vanguardia confirma su vigencia, pero en el caso de las obras que desarrollan cierto nivel de experimentación y de búsqueda de originalidad es en donde se pone a prueba realmente la visión contemporánea de ese antiguo mito.
El cine vanguardia es con frecuencia la respuesta a paradigmas agotados por la industria y el comercio.Para que florezca es necesario que haya condiciones de experimentación, aun que se tomen elementos de otras culturas o tradiciones , tiene que lograrse una autenticidad que le permita a la obra producida diferenciarse de otros movimientos artísticos. También sería interesante plantear la relación que establece la obra de vanguardia con el lugar y el momento histórico en que es producida, tiene que decirle algo al publico de su época y lugar donde es producida, causando una respuesta que puede ser positiva o negativa pero nunca indiferente.
Bibliografía
Albera, francois, L’avant garde au cinéma, Araman Colin cinéma, Paris, 2005.
Kawanabe, Yasuaki, Une cosmogonie poétique, France tosho, Tokio, 1982.
Frazer, james george, Le cycle du rameau d’or, Paul Geuthner, Paris, 1935.
Pitiot, pierre, Cinema de mort, editions du signe,fribourg, Montpellier, 1972.
Bachelard, gaston, L’eau et les rêves, Librairie José Corti, Paris, 1983.
Muy interesante.
ResponderEliminarUna perspectiva muy diferente a la que estoy viviendo en mi lectura en este momento, pero lo disfruté mucho, las conecciones con el personaje y la historia del arte son muy válidas, me recordó mucho varios de mis autores favoritos en mi época popayaneja. En fin, Ofelia si que es infinita en conecciones y conexiones con nosotros, con el arte....
ResponderEliminarTodo esto para decir que me enriqueció y disfrté de la lectura